Se produjo finalmente en 1924 la emancipación definitiva del Athletic Club mientras que el profesionalismo se va asentando en el fútbol español, por lo que se ve necesaria la creación de una competición a la altura de las nuevas exigencias. La tensión del partido y las consecuencias del mismo provocaron que los aficionados «colchoneros» asaltaran el terreno de juego con la intención de agredir al colegiado, quien casualmente pertenecía a la Real Sociedad Gimnástica Española de Madrid -club que guardaba también gran rivalidad con los rojiblancos-, iniciando así una creencia de que los arbitrajes no tenían el mismo rasero para los madridistas.