El club asfixiado por las deudas de jugadores, a las que se suman proveedores de material deportivo, trasportes, y arbitrajes, parece abocado a una desaparición segura, pero un joven de la localidad, llamado Millán Vieco Ripoll, (que terminará siendo aquel año el vicepresidente, y el director deportivo del club) organizará una junta directiva y conseguirá convencer a José Fernández, un millonario empresario de Zamora para llegar al club como presidente, y buscará otros patrocinadores como la Caja Rural de Zamora, además de conseguir la continuidad como Patrocinador de la empresa de construcción Prieto Palacio, y el Ayuntamiento de Tordesillas, que como viene siendo habitual, equipacion del atletico de madrid subvenciona al club con una considerable aportación económica.