Lejos de suponer un episodio de arrogancia, en la caseta del United acabarían por darse cuenta de que aquel chaval de tan solo 18 años que acaba de derribar la puerta rezumaba espíritu ganador. Además la rivalidad San Lorenzo-Huracán es una sana característica del entorno barrial que enriquece la historia cultural y deportiva de los barrios que representan. Precisamente su instantánea respuesta a cualquier corrección, unida a una ilimitada confianza en sí mismo, conforman la arrolladora personalidad que le emparenta con Cristiano y que le ha llevado a conseguir todo lo que se ha propuesto en su carrera hasta convertirse en la gran sensación de los Diablos Rojos.